y la escasa luz de la farola,
me esfumé;
dejando atrás recuerdos
y un pasado lleno de miedos.
Llegué a casa
y me encerré en la peor habitación de todas.
Acabé loca,
peor de lo que estaba
y con ganas de escapar.
Mi cabeza es un infierno - pensé sonriendo.-
Y me dormí,
encerrada en el laberinto de mi mente,
entre llantos y risas
entre
idas y venidas,