domingo, 10 de abril de 2016

Gaiola.

Siento no ser capaz de romper las cadenas
de no tener la fuerza interna para liberarme
y volar por tus alturas,
es que nunca he sido de altos vuelos.

Y estoy sola en mi jaula,
cantando a pleno pulmón
sobre la libertad que se ve entre las rejas,
pero sigo sin notarla,
entre mis manos.

Y te veo a ti,
con tus grandes alas,
que me tiendes tus manos entre las rejas,
llenándome de pajaritos la cabeza con ansias de volar,
de que volemos juntos de la mano
que tu me ayudas.

Y yo, te asiento con la cabeza,
con mis alas rotas
y mis grilletes en las piernas,
que mi cabeza es la que manda
aunque el corazón quiera,
y que soy una cobarde
y un pésimo ángel.

Que aquí sigo encerrada,
que no soy como Lucifer y sus 66 sellos,
que lo mío es peor.
Que aquí solo me libero yo
y

           nadie         más.

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