Eso, desliza tus labios
creando una curva hacia arriba
que hoy me apetece tener un
accidente en ella,
y que tus besos me devuelvan
a la vida
como si fuera un
desfrivilador.
Como cuando me salta el
corazón del pecho
cuando me rodeas con los
brazos.
Mejor, no me pongas
anestesia,
que este viaje prefiero
hacerlo a pelo aunque duela,
como cuando te alejas en una
despedida
en cualquier estación.
Que prefiero ahogarme
que callarme los orgasmos.
Que aunque vea todo negro,
como un ciego
tus manos, me traen ceras de
plastidecor,
del formato grande,
como lo son tus pupilas
cuando me observas
proclamándome diosa
cuando estás entre mis
piernas.
Que prefiero una realidad
contigo
a un mundo imaginario lleno
de analgésicos.
Porque tú, eres el mejor
salvavidas
que pudo aparecer
en este accidente en tu
propia sonrisa.
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