jueves, 21 de enero de 2016

La puta realidad.

Eso, desliza tus labios creando una curva hacia arriba
que hoy me apetece tener un accidente en ella,
y que tus besos me devuelvan a la vida
como si fuera un desfrivilador.

Como cuando me salta el corazón del pecho
cuando me rodeas con los brazos.

Mejor, no me pongas anestesia,
que este viaje prefiero hacerlo a pelo aunque duela,
como cuando te alejas en una despedida
en cualquier estación.

Que prefiero ahogarme
que callarme los orgasmos.

Que aunque vea todo negro, como un ciego
tus manos, me traen ceras de plastidecor,
del formato grande,
como lo son tus pupilas cuando me observas
proclamándome diosa
cuando estás entre mis piernas.

Que prefiero una realidad contigo
a un mundo imaginario lleno de analgésicos.
Porque tú, eres el mejor salvavidas
que pudo aparecer
en este accidente en tu propia sonrisa.



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