Te versaré, tal y como me pides
te versaré el tiempo que haga falta
solo
por ver en tu mirada de felicidad.
Ese brillo, que se te acentúa al leer Vigo es Vivaldi.
El brillo, que sobresale, al verte a los ojos mientras te susurro un te quiero,
Sincero.
Ese brillo, que hizo, que me perdiera en tu mirada,
avanzando hacia la luz
hasta llegar al paraíso de tu corazón.
Que por cierto,
lo siento
pero estoy cómoda en ti, ya me he mudado, y no puedo salir,
he tirado las llaves al vacío.
Como cuando saltamos
con miedo, pero con ganas
por el precipicio de poemas
que nos camelaron el alma
e hicimos a caricias.
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