Bajo mi colchón
guardo la luna de cada noche,
para recordar
que estás aquí
que no te has ido.
Bajo mi colchón
guardo cada recuerdo olvidado
por si acaso dejo de recordar
cada momento a tu lado.
En cambio,
bajo mi almohada,
guardo las mayores preocupaciones,
un par de lágrimas
y quizás las mejores sonrisas.
Bajo las sábanas, guardo temores
que tenía de pequeña, y de no tan niña.
Guardo juegos de mayores,
y un par de sueños no conseguidos. (aún)
En cada rincón de esta vieja y sucia habitación
guardo trocitos de mi,
por si por el camino me rompo,
tener piezas de repuesto,
y no sentirme,
nunca
vacía.
miércoles, 30 de marzo de 2016
martes, 22 de marzo de 2016
Yo también.
"Soy un poeta de
mierda" -Carlos Salem
Yo también,
soy una poeta de mierda,
escribo tonterías que a
nadie le importan.
Escribo para intentar
plasmar todo lo que siento,
y solo
siento
mierda.
Escribo del amor,
y ni si quiera sé lo que
es.
Que la mierda que escribo,
la escribo para mi
y ni me gusta.
Que mi mierda,
son los poemas,
pero es la mejor basura que
se hacer,
a parte de dañar a los
demás.
Que el amor,
es algo abstracto
o un conjunto de
sentimientos.
No sé
que
mierda
es.
Tampoco sé que es la
poesía,
porque lo mío es un
atentado
a este arte.
Pero a veces,
mi mierda,
hace que sienta,
que con un boli y un papel
pueda crear arte,
aunque luego
lo queme todo,
por un instante de mierda.
Porque escribo lo que
siento,
aunque no me guste,
porque lo que me gusta
es ver
como en mi,
fluyen las palabras,
como la mierda, que creo
puede
llegar
a
ser arte.
lunes, 7 de marzo de 2016
Magia oscura.
He escrito cientos de
poemas y aún así
no es nada, para llenar el
vacío que hay en mí.
Sueño con la felicidad
y sólo
a veces,
soy capaz de rozarla
con la yema de los dedos.
Que miro al cielo
para que el sol me inunde
con sus rayos de sol
y que se me aclaren las
ideas;
-y tonta de mi-
no me doy cuenta
de que pronto se hace de
noche,
y las ideas cambian.
Todo lo que creía realidad
es simple
imaginación, la de los
cuentos de hadas
-donde la magia irradiaba.-
los que mamá me leía cada
noche
para que me durmiera en un
mundo
de fantasía.
Y así hice,
cerré los ojos y me dejé
elevar por la magia,
sin saber
que la caída
iba a ser toda la realidad
plasmada
en un corazón hueco
roto
en mil piezas
imposibles de colocar.
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