domingo, 19 de junio de 2016

Herida de bala.

Fui vendándome los ojos y cogía cada día una pistola, sabiendo que acertaría, sabiendo,
 que cada bala que disparara daría en el blanco. 

Pero nunca me atreví a disparar.

Después de tantos temblores en la muñecas,
 de empapar de lagrimas cobardes la venda
                             decidí disparar.

Ese día, decidí dejar de lado lo más maligno,
 matarlo de un solo disparo,
Y sin darme cuenta,
 disparé; 
sin saber, que la bala rebotó y me di a mí.
 Y ya con el corazón por el suelo, me di cuenta, 
de que yo misma,
 era mi propio mal.


Era hora de cambiar.

miércoles, 15 de junio de 2016

Mar interno.

Mientras retumbaban las palabras en mi cabeza
el corazón se me hizo arena
que junto con mis lágrimas
creó mi propio mar de desilusiones.

Decidí dejar la poesía
pero quién soy yo 
para romper el arte.
Decidí destruir hasta el más fino hilo
que nos unía.
Decidí soltar las mariposas
de las que un día hablé, las que mis ojos habitaban.


Me fumé media cajeta, dejé de comer
y más vacía que de costumbre
me alejé
de todo, de todos, de mí.

Morí en vida.

martes, 7 de junio de 2016

Riazor.

Estoy en la ventana de la que tanto habla
un cierto poeta.
Captando cada sensación que produce la brisa coruñesa
con su aire primaveral.
Me lo imagino a él, al poeta
viendo cada noche, lo que se asoma
y escuchando ese silencio profundo y cálido
que te da esta ciudad.

No está. Ni Él. Ni yo.
Quizás yo sí, pero el viento del Norte
se ha llevado toda mi concentración del móvil
y ha hecho que la inspiración fluya
y mis letras bailen un vals con el lápiz y el papel.
Hablándole a él.
Yo no buscaba un co-protagonista en mi historia,
tampoco buscaba una sonrisa donde agarrarme en el precipicio
de mi vida.
Pero octubre hizo de las suyas y a mi miedo ahuyentó,
e hizo que me volviera a dejar caer
en las maniobras del amor.
Por él.
Por sus medias noches en vela
y sus domingos, que los convirtió en nuestros
junto los lunes, mágicos con su esencia.
Y sin comerlo ni beberlo, hizo del invierno
un otoño eterno, y convirtió
la primavera, en un verano cálido
                                  y
                                     sincero.

lunes, 23 de mayo de 2016

No hay vuelta atrás.

Entre la densa neblina
y la escasa luz de la farola,
me esfumé;
dejando atrás recuerdos
y un pasado lleno de miedos.

Llegué a casa
y me encerré en la peor habitación de todas.
Acabé loca,
peor de lo que estaba
y con ganas de escapar.
Mi cabeza es un infierno - pensé sonriendo.-

Y me dormí,
encerrada en el laberinto de mi mente,
entre llantos y risas
entre
idas y venidas,
para no volver.










domingo, 15 de mayo de 2016

Engranajes por el suelo.

He tirado el reloj,
el tiempo no me dicta,
solo el viento 
sabe llevarme a mi lugar.

Respiración profunda,
aire fresco 
y carcajada a la nada.

Besos a escondidas
y vaho en los cristales.
Es lo único que puede 
                      delatarme.

El rastro de las notas, 
que canto en la montaña;
el sonido de cuando rompo las olas 
del mar,
La ausencia de noches
                   con la luna.

He tirado el reloj
por miedo
a que el tiempo
me lleve con él.

jueves, 12 de mayo de 2016

Desorden.

Junté el olvido con el querer
y así me quedé.

Me convertí en un caos,
en un ovillo de lana
de donde no puedo deshacer 
       ni mis propios
              nudos.

Soy un pentagrama donde mis notas
no tienen ni ton ni son.
Donde el La está en el Sol,
y los silencios son demasiado
                    largos.
Donde perdí el ritmo
al encontrarme con tus ojos
y notar el frío polar;
se me cortaron los labios
y no podía
                     hablar.

Así me quedé,
sin música que me guiara,
sin un hilo conductor que me llevara a la meta
convirtiendo mi camino,
en un laberinto 
con piedras en el camino,
que me impiden
llegar
a mi             destino.

martes, 10 de mayo de 2016

"Corazón coraza."

Junté mis miedos
e hice una coraza.
Ahora soy tortuga,
ahora soy escudo.

Me rompí en mil
como un diamante fuerte
que a pesar de mi coraza,
me convierto en arena
sin poder recomponerme.

Soy un espejo roto en el suelo,
reflejando
en cada parte, 
el pequeño latir
de un corazón lleno
de mares negros.

Mi coraza no es viable ni ante mis ojos.