he roto mi voz
y sola
he llorado en la penumbra que alumbra mi corazón,
En la inmensa profundidad de mi ser, no encuentro ni un destello de luz,
ni una vela
con la que quemar cada pensamiento que pasa por mi mente.
Sólo,
he avivado cada segundo del dolor que me inunda, cada cicatriz sin curar.
Cada sentimiento que no te dije.
Cada día que callé.
Yo,
sola
he sido mi propia hoguera.
No he sido capaz, nunca, de quemar mis brujas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario